viernes, 4 de mayo de 2012

María Eugenia Contursi y Fabiola Ferro / La narración, usos y teorías





Un texto narrativo está compuesto por signos lingüísticos, y en él un agente cuenta una historia o fábula entramada de cierto modo (Mieke Bal, 1998), por medio de una serie de acontecimientos lógica y cronológicamente relacionados que unos actores causan o experimentan (los actores realizan acciones, y no son necesariamente humanos). Actuar significa entonces causar o experimentar un acontecimiento.
Un acontecimiento es el paso de un estado a otro, es decir, el evento que causa el paso.
La narración es algo medible que se puede segmentar, que avanza, transcurre progresivamente. Por lo tanto, tiempo y acción (el tiempo y las acciones humanas) se relacionan estrechamente.
Sin embargo, la psicología cognitiva estudia la narración en tanto forma de conocimiento (en donde no habría linealidad).

Donald Polkinghorne: la narrativa atribuye significado a la experiencia humana. Entonces, el significado narrativo resulta de un proceso cognitivo que organiza la experiencia en episodios temporalmente significativos.


Aníbal Ford: en la revolución industrial y en la modernidad las concepciones de tiempo y temporalidad se atienen a las grandes estructuras y procesos socioeconómicos que construyen falsos binarismos: tiempo subjetivo/tiempo objetivo, y tiempo instrumental. De este modo se obtura la comprensión de dispositivos de conocimiento elementalmente humanos. Así, el tiempo objetivo, medible, administrable, lineal, secuencial, instrumental, ubicado en el centro de la modernidad, se opone al tiempo de la memoria, de los sueños, de los recuerdos, del desorden cronológico, de la focalización, de la corriente de la conciencia, que ha sido expuesto a la periferia.
Al cambiar la noción instrumental del tiempo cambió la forma de conocer, de dar sentido –no de construir- de percibir, de organizar la vida cotidiana según cronométricamente. Desperdiciar el tiempo es un pecado.


Las teorías de la narración
Existe una relación entre texto y contexto. Del estudio de los significados y las formas se pasó al estudio de la producción social de sentido.
La lengua escrita se relaciona con la comunicación: el texto es visto como un evento comunicativo particular en el que participan miembros de una comunidad lingüística que desempeñan papeles sociales, y que entablan relaciones sociales determinantes. Se trata del estudio de la situación comunicativa.

Las estructuras narrativas:
E. Werlich: la coherencia y completitud de los textos están determinadas por la presencia o ausencia de lazos referenciales de los elementos textuales (es decir, conexiones dentro del texto, de las unidades estructurales elegibles conformadas por un grupo de palabras o de oraciones y unidades más amplias desplegadas en secuencias sucesivas. Cuando se refieren a determinados cortes del modelo de la realidad común de hablante y oyente, representan bases temáticas (25).  
Las secuencias caracterizarán al texto con alguno de los tipos textuales básicos: descriptivo, narrativo, expositivo, argumentativo, instruccional.

Las bases textuales temáticas, constituidas por sujeto, predicado y adverbio, sirven para expresar cambios de tiempo y ocurrencias. Estos tipos textuales sirven como matrices preexistentes para la producción lingüística del sujeto frente a su experiencia (26).

Jean Michel Adam: la textualidad está organizada en secuencias cuyos elementos se relacionan interna y jerárquicamente en términos de dependencia/independencia con el conjunto más vasto del que forma parte.
La secuencia está conformada por grupos de proposiciones ligadas según el movimiento de la secuencialidad y la conexidad En la conexidad está el modo de sucesión lineal de las proposiciones.
Una secuencia elemental articula proposiciones típicas: secuencias prototípicas que se combinan en el texto, y son: narración, descripción, argumentación, diálogo. Por eso casi todas las estructuras secuenciales son heterogéneas, y tienen grados de dominancia. Cuando predomina la secuencia narrativa, tenemos un texto narrativo.
La secuencia narrativa se esquematiza así:

Situación inicial-complicación-re(acción)-resolución-situación final-moraleja.

Es decir: una sucesión de eventos con unidad temática, un proceso transformacional de unidad de acción compuesto por una situación inicial, una transformación (medio) y una situación final que permite la temporalidad, la sucesión de eventos, la causalidad narrativa (la tensión de la puesta en intriga que domina el proceso transformacional o acción), y la evaluación o moraleja.
Narración: paso de una sucesión lineal y temporal a una complicación, y a una resolución entre la situación inicial y la final. Las secuencias se comportan como herramientas comunicativas y cognitivas.


Teun Van Dijk: existe una superestructura global que le da forma al texto. Cada texto (situación comunicativa) se realiza por medio de diferentes formas textuales, aún cuando nos refiramos al mismo suceso; es decir, aunque el contenido semántico sea el mismo.
Por eso la superestructura es una abstracción a la que todo texto se adapta, independientemente de su contenido, y que le permite a una persona entender y hablar su propia lengua: la capacidad lingüística y comunicativa incluye el conocimiento de la gramática y el léxico, y también el dominio de las reglas combinatorias en las que se basan las superestructuras (29). Los hablantes de una comunidad lingüística son capaces de reconocerlas y aplicarlas.
 Las superestructuras se presentan en diferentes sistemas semióticos, como en el cine, en la historieta...

Los textos narrativos se producen en la vida cotidiana y en la literatura: chistes, mitos, cuentos populares, sagas, leyendas, cuentos, novelas, biografías, memorias…
Un texto narrativo se caracteriza por referirse ante todo a acciones de personas. Las descripciones de circunstancias, objetos u otros sucesos quedan subordinadas. Por lo general, un sujeto contará o explicará sucesos o acciones que resulten interesantes. Es decir, que se desvíen de alguna norma, de una expectativa, o de una costumbre. Nadie narra una historia sobre el almuerzo, el peinado… si no se encuentra unida a algún suceso especial e interesante.
Así que una primera categoría de la superestructura es la complicación, que puede ser un suceso en el que no intervienen personas (un terremoto), pero que debe involucrarlas, pues sus acciones son el núcleo de la narración, y pueden (o no) diluir la complicación, dando lugar a la resolución, que será negativa o positiva.
Complicación y resolución constituyen el centro del texto narrativo.
Cada suceso (o suma de sucesos) ocurre en una situación determinada (en tiempo y circunstancia) llamada marco. El marco y el suceso (sucesos) conforman el episodio, y la serie de episodios da lugar a la trama. Luego se suman los comentarios que aporta el narrador, y la evaluación de la trama. Así, las categorías principales de la superestructura son: complicación, resolución, suceso, marco, episodio y trama. Las conclusiones prácticas de algunos textos narrativos se llaman moraleja, como ocurre en la fábula, en donde al final hay una lección.

Robert Longacre y Stephen Levinsohn: dos parámetros primarios concebidos en términos de oposiciones binarias: presencia o ausencia de rasgos.
Es decir; entre más referencia se haga al encadenamiento cronológico que enuncia la sucesión temporal de los eventos, menor referencia a los sujetos involucrados. En el discurso narrativo aparecen los dos parámetros.
Dos parámetros más: mayor o menor proyección, y mayor o menor tensión. El rasgo tensión se refiere a la forma explícita de un conflicto. La categoría más tensión da cuenta del discurso polifónico, en donde se polarizan las concepciones del conflicto. Se incluye más de un punto de vista (polémica). El rasgo de menor tensión se refiere a los textos en que sólo hay una manera objetiva de presentar los puntos de vista. Digamos que sólo se oye una voz (33).
El rasgo mayor o menor proyección se refiere al modo como una situación o acción se contempla, ordena o anticipa, pero no se realiza. Por ejemplo, la profecía, que contiene el rasgo mayor proyección. La crónica periodística tendría menos proyección, pues habla de algo que ya pasó.

El discurso narrativo
Las relaciones entre texto y contexto.
Umberto Eco distingue entre fábula y trama. La fábula es lineal, desde un momento inicial tiempo 1, hacia un momento final tiempo X.

La trama se forma por los saltos temporales: analepsis, prolepsis… La trama es la forma del contenido. La fábula es la sustancia del contenido, y el discurso narrativo es la expresión de trama y fábula.

Técnicas de la dilación o la moderación del ritmo. Permiten al lector realizar paseos inferenciales: señales de suspenso que moderan el paso del discurso, o incluso lo frenan, como sugiriendo al lector “y ahora intenta seguir tú”. Para poder prever el desarrollo de la historia, el lector se remite a su experiencia de vida, o a su experiencia de otras historias (Matilda y León, versión corta) (36).
Este manejo del tiempo da lugar a tres formas: el tiempo de la historia, de la fábula, es de mil años; pero el tiempo de la expresión narrativa y de la lectura es brevísimo: pasaron mil años. Acelerando el tiempo del discurso se puede expresar un tiempo de la fábula que es larguísimo, y viceversa: describir una acción de un segundo en cuarenta páginas. Cuando los tres tiempos coinciden no hay intensión literaria…
El tiempo del discurso es una estrategia textual que impone un tiempo de lectura. Detenerse a describir es perder tiempo en la traducción del espacio. La técnica correspondiente se llama hipotiposis, y consiste en dilatar el tiempo del discurso y el de la lectura en relación al de la fábula, con el fin de lograr una configuración espacial como si la estuviéramos viendo (37).

Narrativa natural: relato sobre lo que me pasó ayer, noticia del periódico, o toda la historia del reino de Nápoles. Narrativa artificial: ficción narrativa que finge decir la verdad, o presume decir la verdad en un ámbito de discurso ficcional (39). Leer relatos es un juego en el que se aprende a dar sentido al mundo y a explicar nuestra posición en él. Esto explicaría la función de los mitos, que dan forma al desorden de la experiencia.

Discurso/relato:
Emile Benveniste: hay dos planos de enunciación: el del relato (o historia) y el del discurso. En el relato la enunciación excluiría las formas lingüísticas autobiográficas: los deícticos yo, tú, aquí, ahora, junto con el tiempo verbal presente. En el discurso la enunciación supone la existencia de un hablante y de un oyente, y utiliza los deícticos nombrados arriba, junto con los tiempos verbales del presente y el futuro (40).
La enunciación es el acto individual de un sujeto que se apropia de la lengua, y enuncia su posición de locutor mediante índices específicos (deícticos como yo, ahora…) y a través de procedimientos accesorios o formas modales. El producto de este acto de enunciación es el enunciado.
Harald Weinrich: existe una enunciación en la que se borran las marcas subjetivas, deícticas o personales vistiendo de objetividad al relato, y otra en la que el enunciador se compromete en lo enunciado (mundo comentado, o discurso), utilizando marcas deícticas o personales que relacionan al enunciador con el discurso, vistiéndolo de subjetividad.

Tzvetan Todorov: la obra literaria narrativa es historia cuando evoca una cierta realidad, y los personajes se confunden con los de la vida real. Pero esa misma historia podría narrarse por medio de otros géneros y otras materialidades, como una película, una historieta, un testimonio… Es discurso, porque existe un narrador que relata la historia y un destinatario de la misma. Así que lo importante no son los personajes ni los hechos referidos sino la manera, el modo en que el narrador los pone en conocimiento del destinatario (41).
Gérard Genette: se deben estudiar las relaciones entre discurso y los acontecimientos que relata, y entre el discurso y al acto que lo produce. La historia: significado o contenido narrativo. Relato: significante, enunciado, discurso o texto narrativo. Narración: acto narrativo productor y conjunto de la situación que se relata (42).
El discurso narrativo (relato) da cuenta de una historia, y es referido por un productor, sin el cual no hay discurso.
En el relato (secuencia temporal) conviven el tiempo de la historia y el tiempo del relato. El relato, literario, fílmico, escrito, oral… se actualiza en el tiempo de la lectura o la escucha… Hay tres tipos de relación entre el tiempo de la historia y el tiempo del relato: relación de orden, relación de duración y relación de frecuencia. El relato escrito existe en una dimensión espacial (50 páginas); y al atravesar ese espacio, o el recorrido de ese espacio, supone el paso de un tiempo (2 horas).
La relación entre el orden temporal de sucesión de los acontecimientos en la historia y el orden temporal de su disposición en el relato aparece bajo formas de discordancia como anacronías narrativas (es imposible el grado cero de perfecta coincidencia temporal entre relato e historia): prolepsis (anticipaciones) y analepsis (retrospecciones). La prolepsis narra anticipadamente un acontecimiento. La analepsis evoca un acontecimiento anterior. La duración de los acontecimientos en la historia se cuenta en segundos, días, años… La seudo-duración (longitud del texto) del relato de los acontecimientos se cuenta en líneas y páginas. Esta diferencia se llama velocidad.
Las estrategias narrativas que afectan la relación de duración se agrupan en cuatro grupos: elipsis, pausas descriptivas, escenas dialogadas y relato sumario o resumen. Sirven para acelerar o frenar el tiempo del relato. Los comentarios también son pausas, aunque no descriptivas.
La relación de frecuencia: son las posibilidades de repetición de los acontecimientos de la historia y el relato. Relato singulativo anafóbico: da cuenta n veces de lo que pasó n veces: el lunes me acosté temprano, el martes me acosté temprano, el miércoles me acosté temprano… Relato repetitivo: da cuenta n veces de lo que pasó una sola vez: ayer me acosté temprano, ayer me acosté temprano, ayer me acosté temprano… Pasa lo mismo cuando el acontecimiento se cuenta con variantes estilísticas o con variaciones del punto de vista, como en La hojarasca. Relato iterativo: cuenta una vez lo que ha pasado n veces: todos los días de la semana me acosté temprano.

Juan José Saer: la trasmisión verbal de un hecho consiste en una serie de signos que dan un equivalente artificial de ese hecho. El relato es una simulación de lo empírico: aunque se proclame verídico o ficticio, tenderá a constituirse como una forma de construcción sensible, es decir, reconocible por los sentidos. El relato pretende ser una construcción sobre la realidad misma. Intenta representar la experiencia del sujeto frente al objeto. El relato reduce los acontecimientos a un conjunto de frases…

Autor, narrador, narratario y lector:
Mieke Bal: los acontecimientos siempre se presentan desde un ángulo, desde un punto de vista. La focalización designa la relación entre la percepción y lo que se percibe. El sujeto de la focalización es el focalizador, que no debe ser confundido con el narrador.
El narrador es el sujeto lingüístico que se expresa en el texto. No tiene que ser el focalizador o el autor biográfico, ya que puede dar cuenta de cómo los personajes han focalizado las acciones. Pone de manifiesto la focalización de un personaje: fulano miró con enojo. …También pueden superponerse diferentes focalizaciones (51).

El narrador puede ser narrador-personaje, que habla de sí mismo, el yo narrativo, y el narrador externo, que habla de los otros (narrador en primera persona y narrador en tercera persona). También existe el narrador testigo y el narrador omnisciente. El narrador testigo es un narrador-personaje que no es un actante de importancia desde el punto de vista de la acción. Cuando este narrador actúa, deja de ser testigo.
El narrador es el hombre que da un consejo a quien lo oye, y ese consejo no es tanto una respuesta a un interrogante como una propuesta ligada a la secuencia de una historia que se narra. Así, el narrador es una estrategia discursiva que utiliza la narración para un propósito, y todo lo demás está al servicio de ese propósito (consejo) que guía la práctica de narrar. Entonces la narración cuenta con el acuerdo del lector que acepta lo que el narrador le propone.

Umberto Eco: cuatro dimensiones para comprender la dimensión discursiva de la narración.
El autor modelo: estrategia textual que establece correlaciones semánticas. El lector modelo: creación del texto, conjunto de instrucciones textuales que se manifiestan en la superficie del texto en forma de afirmaciones y otras señales.
El lector empírico interpreta, infiere a partir de los senderos bifurcados que dibuja el narrador en el texto. Y en el bosque uno se abre paso trazando recorridos propios, con libertad de elección interpretativa. Sin embargo, el lector empírico debe respetar ciertas reglas encarnadas en el lector modelo. Si no sigue estas reglas, puede resultar engañado, defraudado o perdido.

Narración, tiempo y sujeto:
Paul de Ricoeur: el discurso sucede cuando alguien habla, y es significación, en tanto dice algo. Articulación de una secuencia finita de frases: obra. Su carácter articulado postula que no es un mero conjunto de frases aisladas.
El discurso se fija en la escritura junto con la significación, en la intención de decir algo inherente al discurso. El texto se descontextualiza de sus condiciones psicológicas de producción, y se re-contextualiza de otro modo con la lectura.
El tiempo se humaniza cuando se articula como narración, y la narración significa plenamente cuando es condición de la existencia temporal (57). Mimesis y trama se relacionan: la mimesis es imitación o representación de acciones, y la trama es la disposición sistemática de los hechos narrados. La mimesis media entre el tiempo y la narración, y entre la narración y al verdad. La mimesis prefigura prácticamente, es decir, tiene un conocimiento previo. Luego realiza una configuración textual (texto narrativo) y luego una re-figuración receptiva, que es la apropiación por parte del lector.
La prefiguración práctica es el conocimiento de los rasgos de la acción práctica: conocer los fines, razones, motivos agentes, circunstancias, interacciones y resultados de la acción. Para describir acciones particulares se vale de símbolos. O sea, de reglas de descripción e interpretación, y de normas prescriptivas y de valores. También recurre a la intra-temporalidad del sujeto (58). Es decir, que la prefiguración mimética se refiere a los saberes previos que permiten que el proceso mimético opere en el plano cognitivo. Son como los presupuestos para poder hacer entender las cosas a un lector. ¿Pero qué pasa cuando esa verdad se pone en duda?

Configuración textual mimética: paso del plano paradigmático al plano sintagmático, y al momento de la ficción (construcción de la trama). La mimesis media entre acontecimiento e historia (paso de la sucesión a la configuración: trama). Con la configuración textual mimética (puesta en texto, entramado) se abre el espacio del tal como si. Este proceso se llama esquematismo de la función narrativa: capacidad sintetizadora de la imaginación que permite unir las acciones, circunstancias, agentes… de la prefiguración práctica mimética con los conceptos de la trama (58).
El tiempo es el hilo lógico trascendental presente en toda esquematización.
Re-figuración receptiva mimética: intercepción del mundo del texto con el del lector (momento de la lectura). La lectura fusiona horizontes: es el momento de la transformación del texto en obra (59). La lectura retoma la comprensión práctica configurada en el texto y la sobre-determina produciendo un aumento de realidad.

La prefiguración se liga a las acciones de la vida cotidiana. La re-figuración añade, con la lectura, nuevos significados e identificaciones existenciales (59). Así, la verdad se entreteje en la ficción a través de la actividad mimética, porque la fábula toma componentes del texto y les da la forma de las figuras prácticas de la vida que, así re-creadas o formadas por la fábula por medio de los componentes del texto, se trasforman en el texto mismo y en el sí mismo del lector. El resultado de todo esto es un juego de verdades que circula libre y reguladamente en la trama (59).

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